Lavar las sábanas

Acabo de leer un artículo en La Nueva España que me ha dejado atónito. En el citado artículo se habla de la necesidad de lavar las sábanas al menos una vez por semana. Y para llegar a semejante conclusión se basan en sesudos estudios y análisis biomédicos realizados por Ariel Hygiene y el Instituto Pasteur. Pues, en mi opinión, para este viaje no hacían falta esas alforjas. De hecho, muchos ya lo sabíamos desde niños. Lo aprendimos, como muchas otras cosas de la vida, de nuestras madres; en aquellos tiempos en que la mayoría de ellas se dedicaban a "sus labores", o sea, a los trabajos inherentes a la vida cotidiana del hogar y las cosas se sabían desde siempre y no se cuestionaban. Los que ya tenemos una cierta edad todavía recordamos los jueves como el "día de la colada" y lo asociamos al olor de lejía que impregnaba ese día toda la casa.
Pero las cosas han cambiado y hoy la mayoría ya no acepta las costumbres y tradiciones sin más. Tampoco se acepta el viejo adagio popular de que "sabe más el diablo por viejo que por diablo". Y ante cualquier duda, consultamos a San Google y leemos cientos y cientos de artículos especializados sobre la materia en cuestión, antes de tomar una decisión. Sin saber, muchas veces, si las opiniones que consultamos son más o menos interesadas, porque hay que tener siempre presente que el diablo, como Dios, está en todas partes.
Personalmente, yo me fío mucho más de una madre que del primero que me cruzo por la calle o por la red. Y es que nunca ha existido nadie más sabio que una madre.
Sin embargo, y a pesar de toda la perorata anterior, lo que me ha dejado atónito no es que los más avanzados estudios científicos vengan a confirmar lo que ya estaba de sobra confirmado por la sabiduría popular. Lo que me ha dejado atónito es que, según este estudio,  los españoles "lavan la ropa de cama una media de 3,8 veces por semana".
Estoy seguro de que ninguna madre, ni de antes ni de ahora, se cree este dato. De hecho, no nos lo creemos ni los padres...